Jabón de potasa para el campo, huerto y jardín


Aquí estoy con los trucos del buen hortelano y jardinero. Aquellos que nos permiten hacer frente a las plagas y enfermedades que sufren nuestros cultivos, pero no por ello sin ser respetuosos con el medio ambiente y nuestra salud.

Os traigo una receta de jabón potásico, conocido por muchos como el mejor aliado contra los pulgones y mosca blanca, además de combatir eficazmente la araña roja, trips y cochinillas.

Estos insectos tienen en común una capa cérea que recubre sus cuerpos, para evitar que se deshidraten. Si el jabón potásico entra en contacto con ellos, disuelve esta cera, haciendo que mueran por deshidratación rápidamente. Por lo que es un insecticida altamente eficaz, que no perjudica a otros insectos ni deja residuo alguno.

Además, el jabón potásico se utiliza frecuentemente para limpiar las plantas y árboles que han sufrido un ataque fuerte de insectos que segregan melaza, como pulgones o cochinillas, así como para eliminar la negrilla, tan conocida por todos en el olivar. Esta melaza o negrilla reduce la capacidad de fotosíntesis de las plantas y por lo tanto, merma su producción. Con una aplicación mediante mochila o pulverizador veremos como las hojas y ramas vuelven a estar limpias.

Otra aplicación importante del jabón potásico es como mojante o coadyuvante. Es decir, junto con otros productos fitosanitarios o insecticidas ecológicos, para mejorar su penetración y actuación.

Por último, también podemos usar este jabón para limpiar cubas, maquinaria y herramientas, así como para la limpieza doméstica.

Antes de ponernos a elaborar el jabón, debemos tener en cuenta las medidas de seguridad, pues vamos a manejar un álcali fuerte, que puede producir graves quemaduras si no se maneja adecuadamente. Por lo que recomiendo tener a mano:

-          Guantes
-          Gafas de seguridad
-          Dos ollas de acero inoxidable
-          Un recipiente de plástico duro, acero inoxidable o cristal.
-          Una cuchara de acero inoxidable o de plástico duro resistente al calor.
-          Batidora

Los ingredientes que utilizaremos serán: hidróxido de potasio (potasa), con el % de pureza conocido, aceite de girasol sin utilizar y agua.

¿Por qué aceite de girasol?
El aceite de girasol es el que menor fitotoxicidad tiene, por lo que es el más adecuado para esta elaboración. Podemos utilizar el más barato, pero debe estar sin usar.

Receta de jabón potásico:

-          0’5 litro (460 gramos) de aceite de girasol sin utilizar.
-          100 gramos de hidróxido de potasio al 85% de pureza (87 gramos al 100%).
-          250 gramos o mililitros de agua

Elaboración:

-          En un local ventilado o al aire libre, ponemos el agua en el recipiente resistente al calor y añadimos el hidróxido de potasio en el agua, nunca al revés. Si lo hiciéramos al revés se puede producir una reacción violenta, pudiendo saltar y provocar quemaduras. Por esto recomiendo hacerlo con guantes, ropa vieja y gafas. Revolvemos un poco hasta que vemos que desprende calor. Nos retiramos para evitar inhalar los vapores irritantes y dejamos que se termine de disolver.
-          Mientras tanto, pesamos el aceite y lo ponemos en una olla de acero inoxidable, que introduciremos en otra olla más grande para hacer el baño maría.


-    Cuando esté bien disuelta la potasa en el agua la añadiremos en el aceite revolviendo a la vez. Veremos como comienza el proceso de saponificación y se harán grumos.


-          Para acelerar el proceso, introduciremos la batidora. Poco a poco veremos como aumenta la consistencia, hasta obtener una masa homogénea tipo mahonesa.
-          En este punto podemos hacer dos cosas:
o       dejar la mezcla hasta el día siguiente. La pasta endurecerá y la podremos guardar en un recipiente. Deberemos, de este modo, esperar 4 semanas para que se cure (complete la saponificación) y poder utilizarlo.
o       Ponerla al baño maría para completar la saponificación y así poderlo utilizar al momento.
Yo recomiendo poner la mezcla al baño maría. También se puede elaborar en el horno durante 2-2’5 horas a 85º C, debiendo revolver de vez en cuando.

 

-   Pondremos al calor la mezcla, se cortará y deberemos mantenerla al calor, revolviendo constantemente hasta que vuelva a coger consistencia. Pasaremos por varias fases. La primera, parece un alioli cortado, después se irá densando hasta obtener una textura de compota de manzana. Veremos como finalmente la masa se vuelve un poco traslúcida. Éste es el punto en el que la saponificación ha llegado a su término. (Podemos hacer la prueba de la lengua y no pica). Aproximadamente, si lo elaboramos sin descansar, tardaremos sobre 1 h. y ¼.
-   Una vez tenemos el jabón potásico elaborado, lo podemos almacenar largo tiempo, aunque se enrancie un poco, se puede ir cogiendo la cantidad que se quiera para irlo utilizando conforme lo vayamos necesitando.

Preparar el jabón para su utilización:
Debemos diluir nuestra “masa de jabón” para obtener un jabón potásico al 40%, es decir, mezclaremos bien:
-          40 gramos de masa de jabón
-          60 gramos o mililitros de agua templada.
Así estará listo para su utilización. De igual manera, podemos elaborar una cantidad determinada y guardarla para su posterior dosificación. De esta forma menos densa, es más fácil su manejo.

Forma de aplicación y dosis según su uso:

Nuestro jabón al 40% lo dosificaremos de la siguiente manera:

-        Como insecticida: al 5%, es decir, 50 ml./litro de agua. Repetir tratamiento si se necesita a los 10-15 días de la 1ª aplicación.
-          Como mojante: 1-2 ml./litro de agua.
-          Como limpiador: 10 ml./litro de agua.

Agitaremos el jabón antes de su utilización. Lo aplicaremos mediante pulverización sobre la zona a tratar: hojas, flores y frutos en las horas de menor insolación.

Agradezco las fotos facilitadas por Pilar, mi alumna.



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